El día domingo es uno de los siete días de la semana, siendo el último de ellos. El origen de su nombre proviene del latín "dies Solis" que significa "día del Sol", ya que era el día dedicado a la veneración del Sol. Durante la Antigüedad, los romanos tenían una semana de 8 días, conocida como "nundinae" y el primer día de esta semana se dedicaba a la adoración al Sol.
En el medioevo, los cristianos tomaron el día domingo como el último día de la semana, ya que representaba el día de la resurrección de Jesús. Se estableció como el día de descanso y de oración, en el que se prohibía trabajar y se hacían actividades como asistir a la iglesia.
También se establecieron leyes para que los cristianos respetaran el día domingo. Desde entonces, el día domingo ha sido visto como un día de descanso, de reunión en familia y de relajación. En la actualidad, el día domingo se mantiene como el último día de la semana y se disfruta alrededor del mundo.